Especie en vía de extinción

Oso de anteojos

Tremarctos ornatus

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Oso de Anteojos (Tremarctos ornatus): El Guardián de los Andes

En las altas montañas de los Andes, donde los bosques nublados se mezclan con páramos y quebradas, vive el único oso de América del Sur: el oso de anteojos (Tremarctos ornatus). Este mamífero, conocido por las distintivas marcas blancas alrededor de sus ojos, no solo es un ícono de la biodiversidad andina, sino también una especie clave para el equilibrio de estos ecosistemas frágiles.

El oso de anteojos se encuentra en las montañas de los Andes, desde Venezuela y Colombia hasta Bolivia y el norte de Argentina. En Colombia, habita los bosques húmedos y nublados de la Cordillera de los Andes, incluyendo áreas protegidas como el Parque Nacional Natural Chingaza y el Parque Nacional Natural Sierra Nevada del Cocuy.

Estos ecosistemas, ubicados entre 800 y 4,800 metros sobre el nivel del mar, son ricos en biodiversidad y proporcionan al oso alimento y refugio. Sin embargo, la pérdida de hábitat ha obligado a muchas poblaciones a desplazarse hacia áreas más fragmentadas.

Aunque es un omnívoro, el oso de anteojos tiene una dieta mayormente herbívora, basada en frutos, hojas, bromelias, cortezas y raíces. Su dieta incluye más de 300 especies de plantas, lo que lo convierte en un dispersor de semillas esencial para los ecosistemas andinos.

Ocasionalmente, consume insectos, pequeños mamíferos o carroña, pero estas fuentes de alimento representan una porción menor de su dieta. Su rol como consumidor de frutas y dispersor de semillas lo convierte en un "jardinero de los Andes".

El Tremarctos ornatus es fácilmente reconocible por las manchas blancas o amarillentas que rodean sus ojos, pareciendo unos "anteojos", aunque no todos los individuos las tienen completamente desarrolladas.

Es un oso de tamaño mediano, con una altura de 1.5 a 2 metros cuando se para sobre sus patas traseras y un peso que varía entre 80 y 175 kilogramos, siendo los machos más grandes que las hembras. Su pelaje es espeso y negro, adaptado para protegerlo del frío en las alturas andinas.


El oso de anteojos es un animal solitario y diurno, aunque puede ser crepuscular dependiendo de la actividad humana en su entorno. Pasa gran parte de su tiempo buscando alimento en los árboles o en el suelo, y es un excelente escalador, capaz de trepar árboles altos para alcanzar frutos o escapar de amenazas.

Construye plataformas en las copas de los árboles con ramas, que utiliza como camas o puntos de alimentación. Estos comportamientos lo convierten en un ingenioso habitante de los Andes.

¿Por Qué Está en Peligro de Extinción?

El oso de anteojos está catalogado como Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su población sigue disminuyendo debido a múltiples amenazas:

  1. Pérdida de Hábitat: La deforestación para la agricultura, la ganadería y la expansión urbana ha destruido y fragmentado gran parte de su hogar natural.
  2. Conflicto Humano: El oso es a menudo percibido como una amenaza para los cultivos o el ganado, lo que lleva a su caza como represalia.
  3. Caza Ilegal: Aunque está protegido por ley, todavía es cazado en algunas regiones por supersticiones, trofeos o por miedo.
  4. Fragmentación de Poblaciones: La destrucción del hábitat ha aislado a muchas poblaciones de osos, reduciendo su diversidad genética y su capacidad para reproducirse.

Curiosidades del Oso de Anteojos

  • Un Nadador Experto: Aunque vive en montañas, el oso de anteojos es un buen nadador y cruza ríos con facilidad en busca de alimento o refugio.
  • Un Constructor Hábil: Sus plataformas arbóreas no solo son lugares de descanso, sino también puntos estratégicos para alimentarse y observar su entorno.
  • Un Suave Gigante: A pesar de su tamaño, es un animal tímido y evita el contacto con los humanos, prefiriendo huir antes que enfrentarse.